domingo, 28 de abril de 2013

Un año como una vida

Me acaba de despertar mi madre, es sábado 28 de abril y estoy madrugando, mi cara es un poema. Desayunamos con prisas, mis padres me dicen que vamos a Madrid, pero, ¿a dónde? Tengo un poco de miedo y estoy nerviosa, pero confío en ellos, no será nada malo, están haciendo lo mejor para mí y mis hermanas.

Nos bajamos del coche y entramos en una especie de sótano, viejo y pequeño. Son las 11. Hay muchos niños, de todas las edades. No paro de preguntarme qué hago allí. Finalmente mis padres me dejan con unos monitores y ellos se van, a pesar de que allí dentro se respire ilusión y alegría, me dejan haciendo pucheros, como cuando tenía tres años... 

Hace ya un año de esto. He tenido un año para conocerlo y aprender de ello, y espero seguir haciéndolo. Este tiempo que llevo en el Matterhorn he aprendido a valorar más lo que tengo, a ver las cosas de otra manera y a tener otra forma de vida, reparar en cosas en las que antes no hubieses pensado.

Ya no me puedo imaginar un sábado sin ir a una reunión, sin actividades ni dinámicas. No me imagino unas vacaciones sin llevar la pañoleta y las botas junto a la sudadera de grupo. No me imagino sin hacer acampadas, sin dormir con el frío. Sin hacer rutas a pesar de la lluvia. No me imagino sin caerme cuarenta veces en una ruta o acabar con barro hasta en el pelo. No me imagino sin volver a cantar todos juntos en una formación...

Tengo muchos recuerdos, muchos buenos recuerdos. Recuerdos de mi primera ruta con el macuto a cuestas, mi primera noche durmiendo al aire libre. Tengo recuerdos de Italia, del Delta y de Pimiango, de las rutas en bici a Portugal. Recuerdos de las actividades los sábados por la mañana, en el Retiro, en el paif, en Atocha o en el local. Y sobre todo tengo el recuerdo de mi promesa Scout.

Sensaciones como alegría, ilusión, compañerismo, hermandad, aprendizaje, respeto, comprensión, Unidad, escultismo y mil cosas más es lo que me ha transmitido el grupo desde que llegué hasta hoy. Me ha transmitido valores que o bien mucha gente nunca ha tenido o valores que, desgraciadamente, se están perdiendo.

Es difícil entender desde fuera lo que significa ser Scout, personalmente creo que si no lo vives tú mismo nunca lo entenderás, o mejor dicho no lo sentirás. Siempre he dicho que un Scout está hecho de una pasta especial, somos personas diferentes, personas dispuestas a seguir la huella.

Muchas gracias.

Malena

1 comentario:

  1. Precioso Malena!! Que palabras más auténticas y sinceras que demuestran los valores y las virtudes tan dignas y positivas que posees.
    Un beso grande y que sigas disfrutando de tantas opciones que te brinda la vida para ser feliz!,

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